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- Estuvo cerca de debutar en Manta FC en fútbol 11.
- El capitán sueña con poner a Ecuador nuevamente en un Mundial.
Jorge Senge está ansioso por viajar a Chile. La intensa preparación de Ecuador lo tiene motivado: “La Copa América es la competencia más linda que hay en el mundo: te da ese cupo para el Mundial, esa sensación es única”.
-Decías que el sueño más grande es jugar el Mundial. ¿Qué ilusión tienen?
-La gente que fue a Bahamas (2017) habla de eso: es como cuando tienes un hijo. Es una alegría, una tembladera, es como que te hayas sacado la lotería. Me transmitían eso: que clasificar al Mundial es de las cosas más importantes de la vida. Estamos entrenando fuerte y duro para esa competencia que va a ser de mucha exigencia, cada partido va a ser una historia y una final. Nosotros estamos optimistas, trabajando a triple turno.
-En Rosario 2023 terminaron novenos pero en tres de los partidos del Grupo, perdieron por un solo gol. Es un margen muy chiquito.
-A medida que pasa el tiempo, tú vas comprendiendo esta disciplina. Tú podrás jugar bien pero puedes perder un gol, como puedes jugar mal y ganar 1 a 0. Eso es lo lindo de esta disciplina. Ecuador va a ser una selección que siempre va a dar guerra y batalla. Podrás ir perdiendo 5-0 pero Ecuador siempre va a estar ahí queriendo intentar jugar. Por eso es que creo que a la selección de Ecuador no quieren encontrársela en el camino. Fue una competencia linda en Argentina, muy caliente. De las competencias que he estado, Argentina ha sido la más difícil porque yo nunca había visto que cuando sales de la cancha te tiran la toalla y comienza a salir humo. Muy caliente, muy duro. Por cuestiones mínimas y errores puntuales terminamos perdiendo partidos que ya estaban en nuestras manos. Sin contar a Brasil, que es otro nivel, Ecuador está cerca. Es difícil que a Ecuador lo pasen por encima.
El “Espantapájaros” Senge (32 años) hizo inferiores en Manta FC, era un volante de marca. Jugó cuatro años en Reserva y llegó a estar en el banco de suplentes de Primera ante Liga de Quito y Barcelona. En 2012 se terminó esa etapa y empezó a ser PF en el mismo club, hasta 2017 cuando conoció al fútbol playa.
-¿Cuándo empezaste a jugar fútbol playa?
-En el 2018. Yo llegué a mirar un torneo, mi señora estaba embarazada. A uno de los equipos les faltaba un jugador y yo sin ropa para jugar. El Profe Jardel, el brasileño, me invitó a jugar. El primer día me fracturé un dedo, fue duro. Ahí empezó mi camino. Al año siguiente salí campeón con la selección, que conseguimos ganar a Paraguay en Manta.
-¿Qué fue lo que más te costó de adaptarte del fútbol 11 al fútbol playa?
-Correr.Era difícil poder correr sobre la arena a una velocidad o dar un pase en la arena. Lo más difícil fue correr, me andaba doblando los dedos, haciendo esguinces solo. La levantada de la pelota también se me hizo difícil y es muy importante porque te permitesalir de cualquier problema. Con la chilena primero te cuesta, después te acostumbrás a caer de un lado. Todo es una adaptación.
-Tienen a Chile en el grupo, que es el local. ¿Cuánto puede influir eso?
-Cuando alguien juega con su gente, es un plus, una motivación. Son esos los partidos que le gusta a Ecuador, cuando hay gente. En mi caso personal, a mí me gusta cuando la cancha está llena porque es el momento de demostrar y jugar. Chile viene con un proceso nuevo, veo que tiene nuevos jugadores. Va a influir la gente porque va a estar alentando, al chileno le gusta ganar. Ellos viven a muerte. Esperemos que a nuestra gente joven no les influya. Los más grandes ya sabemos cómo es. A la gente pequeña hay tratar de llevarla y decirle que se puede y que hay que creer.
Ecuador comenzará el torneo el 22 de febrero ante Uruguay. Chile, Colombia y Bolivia completan el Grupo A.